El Sol de México

07 de Agosto del 2005.

Cristina Ruiz presentó su libro, compilación de arte y poesía

"A través de mi trayectoria como artista he querido explorar el espacio del amor en todas sus dimensiones. En este libro quiero plasmar una semblanza de esta exploración de totalidad, de un alfa y un omega, de todas las expresiones que el alma pueda vivenciar".

Con estas palabras inició su breve alocución la pintora, escultora y poeta Cristina Ruiz, quien reunió a amigos y admiradores para la presentación de su más reciente edición, amén de una exhibicion de su obra plástica, pintura y escultura en el Club de Banqueros de la Ciudad de México, sito en 16 de Septiembre y Bolívar, Centro Histórico.

En el texto de formato medio, la artista reúne dos décadas de trabajo con sus distintas disciplinas evocadas a expresar el amor, de ahí la denominación de Cristina Ruiz como "pintora del amor", título impuesto por el gran crítico de arte Alfonso de Neuvillate, quien asistió a la presentación, al igual que Enrique Castillo Pesado y Tony Schefler, entre otros personajes.

Cristina Ruiz, en el uso de la palabra, estuvo Precedida por Alejandro Vargas, director de Relaciones Públicas del Club de Banqueros de México.

En su turno, la poetisa comentó: "Amar el amor es el espíritu de mi obra, es recordarlo, ensoñarlo, sublimarlo y finalmente transmitirlo en un intento por trascender".

"Creo que el amor es uno de los temas más complejos de abordar en la experiencia del ser humano. A lo largo de los siglos, poetas y místicos se han aventurado en las reflexiones más profundas para alcanzar a tocar la superficie de este espacio, para que tan sólo descubrir su abismal profundidad expresó".

En este libro, añadió, "he querido representar la infinita aventura del amor por diferentes caminos: la pintura figurativa, la abstracción, la escultura y la palabra; todos y cada uno de éstos tiene su propia alma, su propia naturaleza y su propia fuerza, pero todos tienen un solo espíritu. De nuevo es la diversidad dentro de la unidad, es el universo, el todo".

Para la artista, quien siempre tuvo la mirada solidaria de su esposo y su hijo, Rafael y Carlos Selvas respectivamente, "es poco viable el poder expresar la infinidad de esta experiencia que llamamos amor de una sola manera; como es sabido, existen diferentes formas de amor y diferentes estados de éste".

Y explicó: "Eros, o el amor de pareja, es la fusión, la entrega al otro, la catarsis y la muerte; es el perderse en el otro para convertirse en un momento, en una sensación, una experiencia tras del clímax, en el que se violan las fronteras del que amas, se transgrede lícitamente al ser amado y se funde uno con él, en la fusión y en la confusión, donde todo se parece y nada es igual, donde una mirada en el momento culminante de la fusión es la puerta al amor común sin sentido de la mente".

Luego, habló de los estilos que con su pintura ha logrado manifestarse: del figurativo muchas veces también para ello gracias al apoyo de Felisa Hernández, su modelo, quien ademas durante la presentación del libro leyó unos poemas; del abstracto, donde "el pincel fluye libremente, manejado por la mano y el corazon donde se percibe igual siempre hay un rincon, un breve espacio de quietud y de luz u oscuridad inexplorado"; y desde luego la escultura como la cristalización de la forma en el espacio con peso, con textura, con frío y calor, con sombra y con luz.

"¿Y no es eso acaso la culminación amor?", preguntó la artista para agregar que la libertad más plena para ella es la de la mente, el arte es profundo en expresarse en este termino, "a través de la poesía que es el encuentro final, la poiesis del ser".

La artista estuvo acompañada en el podium por Alejandra del Río, quien por cinponderó el trabajo de la artista, y el ambiente estuvo a cargo del saxofonista Ricardo Arnal Batanero.

En síntesis, se puede afirmar que la noche fue para todos memorable.