Opera Prima de la Artista
Plástica Cristina Ruiz

EXCELSIOR. Martes 6 de Enero, 2004

Cristina Ruiz  
Alfonso de Neuvillate .

En el centro cultural "Casa Lamm", se dieron cita mas de 200 distinguidos asistentes; personalidades del medio literario de México y del extranjero y medios de comunicación, para conocer la "ópera prima" de la reconocida artista plástica Cristina Ruiz, que ahora con esta su primer obra, incursiona en el ámbito de la literatura contemporánea de nuestro país.

Cristina Ruiz desde muy joven vierte su vena artística en sus manuscritos y sus poemas, pero no es sino hasta ahora que ve cumplido su sueño, al plasmar con toda la pasión e intensidad que la caracterizan, todas las emociones que giran alrededor del amor en su libro "Canto al amor".

Metafórica y poética va imponiendo su estilo a los lectores más exigentes; "Canto al amor" es un canto, un lamento, una exigencia y una rebelión frente a toda la falta de éste, el más noble y bello sentimiento del ser humano; es una obra dulce y a la vez amarga; una obra poética de encuentros y soledades, de amor y desamor; uno a uno sus poemas nos llevan irremediablemente a encontrarnos con pasajes de nuestra propia vida; es bálsamo y penitencia, es en pocas palabras un libro que abre un parteaguas en la poesía moderna y siempre actual.

Dirigieron palabras memorables a la artista y su obra el señor Eduardo de la Cerda, editor del libro y Alfonso de Neuvillate reconocido crítico de arte. Asimismo la artista Cristina Ruiz agradeció especialmente a quienes la apoyaron para hacer posible esta obra, con la emoción de saber que este será un libro del que se hable por un largo tiempo; la conductora de radio, Liz Vega leyó a los presentes cuatro de los más bellos poemas extraídos de "Canto al amor".

Para Alfonso de Nueuvillate, Cristina Ruiz "la pintora del amor" va imponiendo su estilo y sus formas plásticas más exigentes, más reacios a aceptar la verdad del cuerpo humano y sus emociones, sentimientos, acciones mundanas, verdaderas, innegables, que simplemente son.

Cristina Ruiz hace pintura y ahí mismo hace música. En sus territorios de la sensibilidad elegante existen resabios de Debussy y de Ravel, de Satie y del "presto con fuoco" del poeta Mallarmé.

Única en su género, en espacios más musicales que pictóricos, Cristina Ruiz va imponiendo su, pintura plagada de símbolos míticos, como puede ser el de la esperanza y la sublimación, Cristina Ruiz, pintora de la luz y de la oscuridad del alma, de las perversiones y de la sacralización del abrazo y del adiós, como en los adioses de Beethoven pinta con absoluta libertad y con absoluta conciencia de que su trabajo va a llegar al centro del ser sensible, inteligente, que no pretende esconder sus emociones más bellas, ni las más horripilantes, sino encontrar esa vereda de misterios hermosos.

En sus encuentros y desencuentros, como en los paraísos de rojos encontrados, o en los páramos desérticos, o en esos territorios de luminosas advertencias, los seres que ella dispone son triunfos espirituales y glorificaciones del ser.

Como en el soneto de Villaurrutia hacen parejas, se van, se alejan, se desean, desaparecen. Son figuras mudas, silenciosas, reflejos de la condición humana.

La visión de los sentimientos que posee y plasma en sus cuadros Cristina Ruiz es magnífica. Reconcilia con los semejantes y, viéndolo bien, con agudeza, la única manera de volver a creer en el hombre y en la mujer que, despojados del mal, como en un nuevo paraíso de ludismos y tempestades, convergencias y divergencias, se reanude su posibilidad de ser hasta el no ser. Todo puede ser. Deseando y amando otra vez.

Posterior a la presentación del libro, se ofreció un cóctel en el hermoso hall' de Casa Lamm, el cual lucía aún más bello, pues en, sus paredes colgaban ocho de las más reconocidas obras pictóricas de Cristina Ruiz y en sendos pedestales, dos de las esculturas más representativas del arte y sensibilidad de la artista; durante este acto Cristina Ruiz firmo algunos de sus libros a los presentes.

La velada culminó al filo de las 22:30 horas; noche plena de arte y sentimiento, que dejó a quienes se reunieron con la inquietud de un reencuentro a través de las letras, con el amor.

Marco Antonio Zepeda y Alfonso de Neuvillate.